La adolescencia es una etapa difícil para los más jóvenes, que no terminan de comprender cómo de pronto un día aumentan la sudoración, -debido a los cambios hormonales que se producen en ellos- y que, si se tiene una mala higiene, el mal olor no tarda en hacerse notar.
Es en ese momento en el que conviene recalcar y tener una charla con tu hijo o hija para hacerle comprender que además de por cuestión de olor, la higiene a partir de ese momento es más que saludable.
Madres y padres con hijos adolescentes pelean a diario con situaciones de falta de aseo personal. Hay que hacerles comprender que quienes no llevan una buena higiene son más propensos a desarrollar infecciones y otras enfermedades.
En resumen, estas serían las principales cuestiones que deberíais hablar:
– Ducharse diariamente.
– Cepillarse los dientes.
– Usar desodorante para alejar las bacterias que producen el mal olor.
– Evitar el acné: lavarse la cara es un buen hábito que deben tener los pre-adolescentes y los adolescentes para evitar el acné. Recuérdales que debe hacerlo suavemente.
– Cambiarse de ropa diariamente.
– Afeitarse y depilarse: Cuando notes que a tu hijo le sale algo de pelo en la cara, puedes decirle que se puede afeitar e indicarle cómo, si así lo quiere. En el caso de las niñas, depilarse las piernas podría surgir como una inquietud y también puedes hablarles de las opciones que hay: cremas, cera o cuchilla de afeitar. Discute con ella la mejor opción para su piel y sus necesidades.
– Indispensable más higiene a partir de su primera menstruación.
Como la adolescencia es una etapa de reafirmación y de descubrimiento personal, además de ser el momento en el que empiezan las relaciones con el sexo opuesto, tu hijo(a), te aseguro, no va a querer oler mal, tener mal aliento, sufrir de acné, etc., pues puede sentir el rechazo de los amigos y los miembros del sexo opuesto. Si el argumento de que es por su salud que es necesario estar limpios no te funciona, apúntale a que así se verá más atractivo(a).